Fatima Hajji
Una vez se nace con la garra y la electricidad circulando por la sangre es difícil dejarlas correr únicamente por el interior, hay que permitir a todo ese flujo escapar. Es lo que le ha sucedido y le sigue sucediendo a Fátima Hajji, nació con ese ímpetu y cada vez que se enchufa al estudio de grabación o se sube a un escenario ante miles de almas deseosas de empuje, lo transmite a modo de electrónica robusta, habilidades en las mezclas y buena selección musical. Es especialmente ante las masas cuando ese ‘botón mágico’ se enciende y se da origen a una simbiosis innata, punto de origen imprescindible para vivir el momento a lo grande. Esta joven DJ, productora y emprendedora (dirige su propio label SILVER M donde además de editar música de algunos de sus productores favoritos, promueve eventos baja el mismo nombre en Lugares como Ibiza, Amsterdam o Barcelona ente otros.). Fátima, salmantina de nacimiento, madrileña de adopción y de orígenes árabes, es una confesa amante de la naturaleza y los animales, de los colores en su máxima expresión… Ella se debe artísticamente a un género incombustible como es el Techno. Desde sus raíces más analógicas y clásicas pasando por sonoridades más actuales, Tech-house y cómo no, ancestrales sacando a relucir sus más profundos orígenes africanos. La suma de todo esto se traduce en frescura, descaro y grooves despiadados medicina ideal para el divertimento.
A pesar de su juventud Fátima Hajji lleva inmersa en el circuito de baile desde casi dos décadas. Paso a paso ha logrado afianzarse como artista y obviamente no solo en España –país del que es sin duda embajadora- sino en el resto de Europa. Por citar -de una larga lista- algunos festivales: Awakenings, Decibel, Free Your Mind (Holanda); Tomorrowland, Liberty White (Bélgica); Nature One, Toxicator, Electric City (Alemania); Monegros, Electrobeach, Aquasella, Medusa, Electrosonic, Weekendbeach, 4Every1(España); Eco Festival (Eslovenia), Elektrobotik (Francia), Opera (Italia) … Y por supuesto imposible ignorar su paso por (entre muchos otros) clubes como la mítica sala berlinesa Tresor; Florida 135, Fabrik, Razzmatazz, Row 14, La Riviera o Industrial Copera en España; las francesas Inox Club o La Villa Rouge; holandesas como Maassilo, Factory 010 y Depot. Dolcevita, Woodstock, Brancaleone o Cube en Italia… así podríamos seguir un rato más pues sus maletas de discos han viajado por una larga lista de países como: República Checa, Bélgica, Portugal, Hungría, Eslovenia, Irlanda, Venezuela, Bulgaria, Croacia, Brasil, Colombia, Bosnia, Slovakia, Serbia, Suiza, Rumania, Suecia, Reino Unido, Perú, E.A.U, etc. Su espontaneidad, espectáculo y clima festivo son su forma genuina de expresar el amor que siente por lo que hace y lo bien que se lo pasa, una energía deliciosamente contagiosa.